Arquitectura de espacios cerrados

Dentro del marco del modernismo cubano (1930 y 1970), las mujeres cubanas tuvieron un rol principal como generadoras de la ideología planificadora y organizadora del modernismo. Su labor se expandió hacia el diseño, la arquitectura, la pintura abstracta y el pensamiento político y espacial. En este periodo, el rol de la mujer artista se consolidó como protagonista de la producción de ideología artística y social, apoyado por instituciones públicas y privadas. Destacando la obra de Clara Porset, Amelia Peláez y Loló Soldevilla, en este ensayo Abel González Fernández cuestiona la noción de “inocencia” que muchas veces se les impone a los sujetos mujeres modernistas en términos de su producción ideológica social y artística, reclamando así su papel como agentes de cambio.